¿Cómo cuidar la piel de las altas temperaturas?

La piel está altamente expuesta a diversos factores medioambientales es, por esto, muy importante tomar ciertas precauciones, especialmente en esta época del año, en que los índices de los rayos ultravioleta están más elevados.

Si bien es esencial proteger la piel durante todo el año de la radiación ultravioleta (UV), las altas temperaturas del verano exigen dar aún más cuidado, debido a que se está más expuesto a los intensos rayos del sol y, en definitiva, a la insolación, envejecimiento prematuro, aparición de manchas y enfermedades como cáncer a la piel.

El Dr. Juan Sandoval, dermatólogo de Vidaintegra, recomienda tener especial cuidado, considerando que los efectos dañinos del sol son irreversibles y acumulativos en la piel, y podrían generar consecuencias "no solo en un plazo agudo, que puede ir desde quemaduras solares simples a otras más importantes con compromiso general hasta insolación, sino también a mediano y largo plazo como manchas y otras complicaciones mayores", explica.

El especialista, además, entrega algunas recomendaciones prácticas, que debieran transformarse en hábitos diarios:

  • Usar protector solar, incluso si el día está nublado, con factor de protección (FPS o SPF) entre 30 y 50, dependiendo del tono de la piel, aplicándolo 30 minutos antes de la exposición y cada 2 o 3 horas o cada 40 minutos, si se está en la piscina o en el mar.
  • Evitar exponerse al sol entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde. Mientras más alto está el sol, más intensos son los rayos UV.
  • Usar ropa adecuada como sombreros, anteojos que filtren los rayos UV y ropa adecuada, idealmente de colores claros y que cubra más zonas del cuerpo.
  • Hidratar la piel de forma tópica con cremas de limpieza e hidratantes, que, en lo posible, contengan un factor de protección solar.
  • Tomar mucha agua y jugos naturales para mantenerse hidratado por dentro y por fuera.
  • Aumentar el consumo de frutas, verduras y hortalizas ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales que ayudarán a la protección de la piel.
  • Limitar la duración del baño, evitando el agua caliente y que sean prolongados, ya que eliminan los aceites naturales que contiene la piel.
Cabe destacar que el cuerpo humano necesita, en proporciones moderadas y controladas, la exposición al sol para generar vitamina D, nutriente necesario para el fortalecimiento de los huesos y la regulación de otras funciones celulares. Además, esta vitamina tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras que contribuyen al sistema inmune, a la función muscular y a la actividad de las células cerebrales.