¿Cómo influye la música en los entrenamientos?

Son incontables los beneficios de escuchar música mientras se entrena, ya que no solo se hace más ameno el ejercitarse, sino que también ayuda a mantener saludables, tanto el cuerpo como la mente.

La música está presente en muchos aspectos de la vida: Es parte de la diversión, relajación o simplemente como acompañamiento en los momentos cotidianos. Sumado a esto, diversos estudios han comprobado que son innumerables sus aportes a la salud mental y física de las personas.

Al hacer ejercicio, Matías Rojas, kinesiólogo de Vidaintegra, indica: “La música es un refuerzo positivo, ya que evoca emociones y una parte importante del entrenar está basado en la plenitud, en el bienestar y en lo que la persona sienta al realizar esta actividad, lo que generará una respuesta fisiológica en el cuerpo, muy similar a lo que hace un chocolate o una comida a nivel de dopaminas, disminuyendo la percepción de fatiga y de esfuerzo del paciente y aumentando la capacidad para realizar el deporte”.

El profesional agrega que algo interesante de la música en los entrenamientos es que las pulsaciones por segundo del paciente se acoplan a la melodía, lo que favorece para que la frecuencia respiratoria sea más pausada y las pulsaciones sean más eficientes.

Efectos de la música en el entrenamiento:

  • Los movimientos se sincronizan al ritmo de la música y aumenta la armonía.
  • Incrementa la intensidad del rendimiento y mejora la calidad de los ejercicios.
  • Reduce la sensación de esfuerzo y retrasa la percepción de fatiga.
  • A nivel psicológico y neurológico: propicia la disminución del estrés, permite regular las emociones, y ayuda con la concentración y la motivación.
  • A nivel fisiológico: disminuye la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la concentración de lactato; a su vez.
¿Qué tipo de música es mejor?
Esto dependerá de los gustos de cada persona, pero se ha comprobado que las canciones rápidas y fuertes son muy estimulantes para quienes se ejercitan en gimnasio o practican crossfit; en tanto, para corredores, el soft rock o el pop son muy motivantes. Por otro lado, en el yoga o pilates, la música de ritmos más suaves e instrumentales son de preferencia, ya que propician alcanzar un estado de relajación y de paz, propias de estas disciplinas menos agitadas.

Cabe resaltar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la influencia positiva que tiene la música en la salud de las personas, reconociendo su aporte a la vida sana y al tratamiento de enfermedades físicas y mentales como la depresión, ansiedad, demencia, cáncer, Alzheimer, etc.