¿Cómo actuar con tu hijo ante una pataleta?

Es un proceso normal que ocurre generalmente entre los 2 y 4 años. Si bien puede ser desgastante para los padres, son parte de su desarrollo y adaptación.

“Las pataletas son propias en la primera infancia, la poca experiencia de lenguaje y la baja expresión de emociones, es decir, es la manera de comunicarse con su entorno. Muchas veces los niños se manifiestan de esta forma y se espera que con el tiempo vayan disminuyendo hasta extinguirse”, explica Karina Navarro, psicóloga infantil de Vidaintegra.

Las causas son variables, pero es más común cuando los menores no se sienten comprendidos y cuando no reciben gratificación inmediata. Esto último depende del tipo de crianza que ejerzan los padres, pues si solo las realizan para satisfacer necesidades, los niños entenderán que el mundo funciona de esa forma. Por lo tanto, cuando los adultos digan “no” a sus peticiones, no importará si tiene 4, 5, 6 o más años, el niño hará una pataleta de igual manera.

La especialista indica que este tipo de comportamiento es más frecuente en hijos, sobrinos y nietos únicos. También ocurre cuando es el menor del hogar. Sin embargo, depende más de la crianza que se ejecute. Por otra parte, los niños con trastorno del espectro autista (TEA) suelen manifestarse con este tipo de crisis, por lo que en estos casos no depende de la formación que les están entregando.

Consejos para los padres

  • Si es posible, acudir a un terapeuta familiar o de la infancia antes del parto y recibir psicoeducación.
  • Establecer hábitos, rutinas, normas y límites desde pequeños. “Los niños siempre funcionan desde la gratificación inmediata. Es decir, satisfacer lo que quieren, no necesariamente lo que necesitan. Ahí los padres o criadores deben estar atentos; esa es una señal”.
  • En el instante de las pataletas hay que contener, abrazar, acariciar, decir una frase empática o amorosa. Si no es aceptada, dejar que exprese su emoción por un momento, hay niños que lloran o hacen estas manifestaciones para eliminar estrés.
  • No amenazar ni castigar durante las pataletas, ya que es una manifestación de emociones.
  • En casa hay que hablar y comunicarse con el menor. Educar al niño en cuanto a expresión de emociones y validarlas.
  • No satisfacer el capricho. Empezar a frustrar poco a poco, o sea, posponer la gratificación para más tarde, otro día, etc., hasta llegar a dar de respuesta un “no”.
Cabe destacar que si los adultos no enfrentan estas situaciones y dan a sus hijos todo lo que quieren, se van a malacostumbrar. Luego, cuando crezcan, al no tener límites van a surgir los problemas. “Cuando los padres empiezan a decir no a una edad tardía, y la frustración es más alta, incluso podría afectar sus formas de ver las relaciones, el mundo y las emociones”.