¿Cómo ayudar a un adulto con depresión?

Esta enfermedad puede afectar el día a día de las personas y se puede manifestar con problemas para concentrarse en el trabajo, dormir, sociabilizar o motivarse en actividades, entre otros.

“Este trastorno del ánimo se caracteriza por sentimientos permanentes de tristeza y de baja energía vital, entre otros síntomas. Se presenta una disminución de ciertos neurotransmisores cerebrales como la serotonina o dopamina, como también de ciertas funciones psicológicas, cognitivas y afectivas que afectan al desempeño cotidiano de una persona”, explica Paulina Pérez, psicóloga de Vidaintegra

De acuerdo a la profesional, se inicia una negatividad en la triada de la persona: afecto, cognición y conducta. En la primera, se prioriza la tristeza, rabia y desmotivación. En la segunda, se observan pensamientos limitantes como "no sirvo, no puedo, todo saldrá mal, nadie me respeta, la vida no tiene sentido, no valió la pena mi esfuerzo", etc. En la tercera, la persona podría moverse menos, se aísla, se alimenta mal, escucha música que le acompañe en la tristeza, etc. “Todo esto, puede ir alimentando el estado depresivo y, si se deja pasar el tiempo, más difícil se hace poder enfrentarla. Pero siempre se puede mejorar con el tratamiento adecuado, que involucra al menos la atención de psicólogo, psiquiatra y el apoyo de sus cercanos”, señala.

Agrega que este trastorno podría agravarse a ideación o intento suicida, por lo tanto, es de vital importancia tratarlo a tiempo. Dentro de los principales síntomas de alerta de la depresión se encuentran los siguientes:

  • Tristeza, ánimo bajo, decaimiento
  • Cansancio, pérdida de la energía vital, enlentecimiento psicomotor
  • Desmotivación
  • Cambios bruscos de ánimo
  • Anhedonia: Ya no disfruta o no quiere hacer actividades que antes sí le interesaban
  • Trastornos del sueño como dormir muy tarde o despertarse en la noche
  • Trastornos en la conducta alimentaria, come más o inicia con inapetencia
  • Aislamiento, hablar menos, salir menos de casa
  • Irritabilidad, intolerancia, enojos más seguidos
  • Baja autoestima
  • Desesperanza
Recomendaciones para familiares
  • No culpar a la persona si está sin ánimo, menos participativa, callada, irritable u otros.
  • Tener comprensión y paciencia
  • No entrar en discusiones innecesarias
  • Poner música estimulante, no triste
  • Hablar sobre temas interesantes para la persona afectada
  • Invitarla a hacer actividades entretenidas, recreativas, salir a nuevos lugares
  • Promover la actividad física, por lo menos, 3 veces a la semana
  • Incentivar una alimentación equilibrada
  • Tratar de provocar risas. “Así ayudamos a liberar ciertas endorfinas que aumenten su estado de bienestar”, enfatiza la profesional.
  • Conversar y mostrar esperanza, opciones de caminos viables que podría visualizar ante sus problemas
  • Reforzar sus virtudes
  • Ayudar a que acepte sus defectos sin presionarla
  • Respetar sus tiempos y opiniones, fomentando así su autoestima e identidad.
  • Entregar cariño, palabras de apoyo y afecto, darle abrazos que confortan el dolor emocional que la persona podría estar sintiendo.
  • No dejarlo sola, preguntar y conversar en familia si hay ideas suicidas aunque sea un tema complejo, ya que es mejor hablarlo puesto que genera cierto alivio al poder expresar emociones difíciles.
  • Buscar ayuda profesional